Llevamos tiempo queriendo meter el hocico en el mundo del rally-raid. Nuestra intención es introducirnos en el circuito de eventos que se celebran por España y participar en tantos como nos sea posible. Uno de los primeros pasos, ha sido preparar dos motos de enduro para correr en este tipo de eventos. En esta entrada hago un repaso a todo lo básico y necesario.
¿Como preparar una moto de enduro para rally?
Existen dos elementos básicos que una moto debe cumplir para participar en un evento de navegación: autonomía y navegación. El primero se refiere a la capacidad de la moto para recorrer cierta cantidad de kilómetros sin repostar. El segundo se refiere a la torre de navegación, que consta de un tripmaster (como mínmo) y un porta-roadbook.
Autonomía: pasar de una de enduro a rally
Lo primero y más obvio en cuanto a la autonomía, es la cantidad de combustible que la moto puede almacenar y, por lo tanto, la cantidad de kilómetros que puedes hacer sin necesidad de repostar. Una moto de enduro de serie suele tener un depósito de entre 8 y 10 litros. Esto se traduce en una autonomía que va de los 110km a los 150km. Si le das más caña, es posible que incluso menos, y con una conducción muy conservadora puedes superar ligeramente las cifras.
Podéis pensar que modificar el depósito no es necesario, que el vuestro es suficientemente grande, o que podéis meter gasolina en una botella y cargar una mochila. Pero lo cierto es que mucho eventos verifican los depósitos de las motos, y piden específicamente que la moto tenga una cierta autonomía. Además, llevar 3 o 4 litros de gasolina en la espalda es muy peligroso.
Aumentar la capacidad de combustible tiene fácil solución: instalar un depósito de mayor tamaño. Existen dos marcas con un amplio catálogo: Acerbis y IMS, aunque evidentemente hay otras. Si tu moto es de carburación posiblemente no será necesario hacer ninguna operación adicional más allá de sacar el depósito antiguo y montar el nuevo. En cambio, en las motos de inyección también será necesario migrar la bomba de gasolina (que está dentro del propio depósito). La operación es sencilla.
Ten en cuenta que estos depósitos no están homologados, por lo que no pasarás la ITV. Conserva el depósito original.
El segundo tema (menos comentado y evidente), es la autonomía «mecánica» de la moto y el piloto. Aquí entramos en terreno pantanoso, porque cada moto/piloto tiene unas necesidades distintas. Personalmente soluciono este punto con un «rollo» de herramientas donde llevo:
- Carraca pequeña con extensores, juego de vasos, puntas allen y torx.
- Recambio de fusibles.
- Cinta aislante y muchas bridas (¡muchas!).
- Juego de 3 palancas para desmontar neumáticos.
- Juego de llaves específicas para quitar el buje de las ruedas.
- Recambio de cámara para delante y detrás.
- Medio metro de cable eléctrico por si es necesario hacer un puente.
- Alicates (de los que tienen parte cortante).
- Un tubo para drenar el motor o pasar gasolina de una moto a otra.
- Una bomba de aire manual (de las de bici).
- Un juego de tornillos de repuesto, por si pierdo alguno.
Además, por lo que pueda pasar, en el coche suelo dejar una garrafa con aceite nuevo, filtros de aceite y aire nuevos, grasas y herramientas un poco más especializadas.
Puede parecer que el volumen de herramientas es un poco exagerado, pero cuando te inscribes en un evento tu deseo es acabar y no quedarte «tirado» por un pinchazo. Si durante la ruta hay un vadeo (o varios) puede que la moto se sumerja por una caída, lo que puede obligar a drenar todo el motor, cambiar el aceite y los filtros.
Un tornillo flojo, o un pequeño problema eléctrico puede dejarte fuera de competición. Bajo mi punto de vista, es mejor ser previsor. Todo esto también dependerá del nivel de asistencia que ofrezca la organización, aunque la instrucción más común es que los pilotos deben ser totalmente auto-suficientes en ruta, y solamente se atenderán llamadas de accidentes o averías que no tengan solución.
Navegación: Elegir el Tripmaster
Este es otro «melón», ya que existen distintas opciones y ninguna de ellas es barata. En el mundo de los tripmasters existe una marca que monopoliza el mercado: ICO.
El precio de un ICO (que son los dispositivos que se usan a nivel profesional en el Dakar y otras pruebas de carácter oficial), oscila entre los 350€ y los 450€, dependiendo de la versión. El modelo más básico de ICO funciona con un sensor de rueda, y permite llevar un registro de los kilómetros recorridos, ajustando los parciales para cuadrar el kilometraje con el roadbook. La versión más avanzada, el ICO Rallye Max-G, permite el registro de distancias usando el posicionamiento GPS.
La ventaja del modelo ICO Rallye Max-G es que permite la navegación por rumbo. Al disponer de GPS puedes saber el rumbo en grados, algo que es imprescindible en algunos rallyes donde se corre fuera de pista: Dakar, 1000 Dunas, etc. Es importante remarcar que en muy pocas ocasiones se navega por rumbo en los eventos amateur, y esta funcionalidad queda casi restringida a eventos competitivos de cierto nivel.
En nuestro caso, al ser unos novatos, optamos por opciones algo más económicas. La WR450 monta un tripmaster ASG, de fabricación artesanal (los encontraréis en Wallapop). Su funcionamiento es perfecto, el acabado de alta resistencia y su precisión milimétrica. El ASG permite conmutar entre medición por odómetro (sensor de rueda) y GPS, ya que incorpora antena de posicionamiento. Tiene distintas pantallas donde se combinan datos, algo que es muy útil para ver parciales, rumbo, kilómetros totales, etc. Las conexiones son compatibles con los aparatos de F2R, aunque trae sus propios mandos y, en muchos sentidos, es mucho más completo que un ICO.
Algunas marcas muy conocidas se han adentrado en el mundo de los tripmasters. Touratech, por ejemplo, llegó a fabricar el IMO-100R50 RALLYE. Este es un producto actualmente discontinuado. Touratech me confirmó que el proyecto «IMO» está cerrado, por lo que no han seguido fabricando este tipo de aparatos. Su funcionamiento es el mismo que el ASG, pero no dispone de posicionamiento GPS.
Evidentemente, estos aparatos necesitan alimentación de 12v directa de batería. Por lo que será necesario tirar un cable (+/-) desde la batería a la parte frontal, y también colocar un fusible.
Navegación: Elegir el porta-roadbook
En este punto no hay discusión posible. La marca F2R (Portugal) tiene el monopolio casi total en la fabricación de porta-roadbooks eléctricos (con botón para pasar adelante/atrás). Son estancos, robustos y estandarizados. No son aparatos baratos, la verdad. Los modelos oscilan entre los 250€ y los 400€, dependiendo de los mandos, soportes y otros elementos adicionales. Funcionan tan bien que sencillamente no hay competidor posible. En nuestro caso, ambas motos montan esta marca (como habréis visto en las fotos).
Existen algunas opciones «Do it yourself«, hechos con impresora 3d y motorizados. Los podéis encontrar en Wallapop. Pero hay que entender que estos aparatos sufren mucho: polvo, agua, caídas, vibraciones, etc. Es un elemento vital para la navegación. Si se rompe o estropea no hay reemplazo posible. Por lo tanto (en mi humilde opinión), es muy importante que el porta-roadbook sea de calidad.
Los soportes para tripmaster y roadbook
El último elemento necesario, son las bielas o soportes para montar todo el sistema de navegación. La marca F2R fabrica y comercializa este tipo de componentes, con un precio que oscila entre los 120€ y los 190€, dependiendo del modelo.
Aunque estos componentes son de alta calidad, lo cierto es que en el mercado existen opciones mucho más económicas. En sitios como Amazon podéis encontrar productos con buenos acabados a un precio mucho más reducido. Aún así, se recomienda montar los mejores componentes posibles, ya que deben soportar un gran esfuerzo.
¿Cuanto cuesta el kit básico para una moto rally?
Si tomamos como referencia los componentes antes mencionados:
- Kit Roadbook F2R RB850 Rally: 380€
- ICO (versión sencilla): 325€
- Barra de soporte: 140€
- Depósito acerbir/IMS: entre 250€ y 400€
El coste total de un kit básico es de aproximadamente 1.100€. Esto, teniendo en cuenta que compramos todos los componentes nuevos. Pero es posible encontrar estos productos de segunda mano, lo que os puede ahorrar bastante dinero. También existen otras variables, como el modelo del porta-roadbook, o la marca y capacidad del depósito de combustible. Esto puede hacer que el precio suba o baje ligeramente.